En esta entrada el Rolex Daytona entre el mito y la velocidad te acercamos al cronógrafo más famoso del mundo que a sus 60 años es uno de modelos más demandados del catálogo Rolex.
A comienzos del sXX existía, en el estado americano de Florida, un circuito temporal de carreras automovilístico mitad arena, mitad asfalto. Este circuito se componía de dos largas rectas de 3km, una de ellas ocupaba la compacta arena de la playa de Daytona Beach, la otra, formaba parte de la carretera estatal A1A.
En él se organizaban, principalmente, carreras para batir records de velocidad y entre los múltiples pilotos de la época destacaba Malcom Campell.
Con varios records de velocidad a sus espaldas, este ávido piloto inglés portaba durante sus carreras un Rolex Oyster, fruto del espíritu innovador del visionario Hans Wilsdorf, y la asociación de sus relojes a hazañas y aventuras que se alineaban con los valores de la marca , en aras a demostrar la robustez y calidad de los relojes Rolex.
Este circuito estuvo activo hasta 1958. Un año después, se inaugura el circuito permanente Daytona International Speedway y en 1963 Rolex lanza un modelo que encarnaría el especial vínculo que la marca tenía con las carreras de Daytona desde comienzos de siglo.
Nace así el Rolex Cosmograph Daytona, contemporáneo a la primera edición de las 24 horas de Daytona (celebrada en 1962, un año antes del lanzamiento del reloj) y cuyo destino quedaría íntimamente vinculado.
Un cronógrafo pensado por y para la competición. Fácil lectura de su esfera, escala taquimétrica en el bisel que permitía calcular la velocidad y la robusta caja oyster.
A principios de la década de los 70, el nombre de este mito de la relojería quedaría unido para siempre a otro mito del cine, Paul Newman, popularizando enormemente el Rolex Daytona.
El actor, amante de las carreras de coches, comienza a usar este reloj, regalo de su mujer para que lo utilizara durante sus participaciones. Y como no podía ser de otra forma, la variante Paul Newman (con esfera exótica), se convirtió en la referencia más codiciada. Para muestra, uno de los relojes que perteneció al actor fue subastado por más de 17.000.000 de dólares. Casi nada.
Tras años de evolución y fascinante historia, es, junto al Rolex subamariner, el modelo más deseado de la marca, y no hay colección de lujo que se precie, que no tenga o desee un Daytona.
En la actualidad, después de sus últimas actualizaciones, de entre sus referencias destaca la 126506, con su esfera azul glaciar, fabricado en platino y con tapa trasera modo exhibición a través de su cristal. Un reloj con PVP oficial de 77.700€ que dado la dificultad para acceder a una pieza en tiendas oficiales, puede llegar a pasar ampliamente 100.000€ de venta en el mercado alternativo.
Una obra maestra más de relojería y marketing ejecutada a la perfección por Rolex a los largo de estos 60 años, perpetuando el legado de su fundador Hans wilsdorf en busca de la innovación y la perfección.